Más de tres meses para asumir el error

Al Gobierno le ha costado tres meses y once días reconocer oficialmente que se equivocó al introducir en la referencia del Consejo de Ministros del pasado 11 de julio la aprobación del padrón de 1996. El secretario de Estado de Comunicación, Miguel Ángel Rodríguez, lo reconoció, informalmente en una conversación privada, el pasado viernes, tras la rueda de prensa del Consejo de Ministros en La Moncloa.EL PAÍS publicó el pasado 13 de octubre la noticia por la que, según la referencia del Consejo de Ministros del pasado 11 de julio, el Gobierno había aprobado el padrón de 1996, pero que no era oficial al no haberse publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

A raíz de esta información, hubo un cúmulo de desmentidos por parte del Gobierno que coincidían en que el Consejo de Ministros no había aprobado el padrón de 1996. En ninguno de esos desmentidos reconocía el Gobierno que la referencia del Consejo de Ministros del 11 de julio lo recogía erróneamente. Ni antes ni después de publicarse la noticia se admitió el error oficialmente por parte del Gobierno hasta ayer, que lo hizo en el Senado su vicepresidente primero, Francisco Álvarez Cascos, en respuesta a una pregunta del portavoz del PSOE en la Cámara Alta, Juan José Laborda.

Así, el vicepresidente segundo y ministro de Economía y Hacienda, Rodrigo Rato, manifestó el mismo día 13 desde Luxemburgo: "Les puedo decir que el censo no ha sido aprobado por el Consejo de Ministros. Lamento que alguna información periodística sea errónea; si las informaciones periodísticas no se contrastan con las fuentes oficiales se pueden cometer errores".

Rato dijo también: "El Consejo de Ministros no aprobó el padrón; yo lo he dicho ya en el Parlamento, y alguno de los protagonistas de esta información lo sabe porque cubrió esa información. Ese acuerdo no está en las actas del Consejo de Ministros".

El Ministerio de la Presidencia, del que es titular el vicepresidente primero, Francisco Alvarez Cascos, reiteró la "falsedad" de la información publicada por EL PAÍS.

En ningún momento, ambos departamentos admitieron que el error procedía del propio Consejo, que había aprobado una referencia que no coincidía con sus actas internas. Hubo que esperar al día de ayer para que esto sucediera.