17 muertos en Kinshasa por obuses lanzados en Brazzaville

La situación en Congo-Brazzaville se deteriora por horas. Hay violentos combates entre las milicias del presidente Pascal Lissuba y las del general Denis Sasu Ngueso en los barrios del noreste, controlados aún por éste. El río Congo, que es frontera entre el Congo-Brazzaville y la República Democrática del Congo (RDC) de Laurent Kabila, no sirve para frenar la guerra. Ayer, 17 personas resultaron muertas en Kinshasa, capital de la RDC, por diversos disparos de obús lanzados desde Brazaville. Cinco de las víctimas fallecieron cuando un obús impactó en le barrio de Kitambo, próximo al centro de la ciudad, otras siete personas murieron por la mañana y las cuatro restantes fallecieron a lo largo de la jornada a consecuencia de las heridas recibidas. La radio oficial de la República Democrática del Congo informó de que el Gobierno de Kinshasa ha presentado una protesta ante su homólogo de Brazaville y que le ha amenazado con represalias."Disponemos de medios para hacer que paren esos disparos. Si las provocaciones continúan, utilizaremos todos los medios a nuestro alcance", declaró el ministro de Asuntos Exteriores. Bizima Karaha, que se encuentra de visita en Nueva York.

No es la primera vez que proyectiles disparados desde el otro lado del río arriban en Kinshasa, pero sí la primera que causan víctimas.

"La situación es catastrófica" en Brazaville, según aseguró un grupo de 11 monjas (cinco francesas), que desean ser evacuadas por motivos de seguridad.