Todo vale para conseguir audiencia

Radio Televisión Valenciana (RTVV) ha batido todos los récords en su cuenta de explotación: 4.710 millones de pesetas de déficit en 1996, y 1.734 en el primer trimestre de este año. Sin embargo, es cierto, como repite la dirección, que RTVV es el ente televisivo que menos subvenciones recibe en España (7.676 millones, en 1996, aunque ese año hubo una ampliación de capital de 5.500 millones). Además los ingresos por publicidad y ventas de programas han disminuido en el último año.Estas preocupantes pérdidas están justificadas, a juicio de la dirección, por el esfuerzo inversor realizado en el capítulo de programas para aumentar los niveles de audiencia, que se habían quedado estancados. Con este propósito, el director de la cadena, Jesús Sánchez Carrascosa, ha echado toda la carne en el asador y en su cruzada no ha tenido ningún reparo en usar el dinero público, olvidarse del plan de actuación de una televisión pública, discriminar la información política en beneficio de los sucesos y el fútbol, e incluso rechazar anuncios publicitarios en horario de máxima audiencia para evitar la deserción del espectador.

Al final, ha conseguido situar a Canal 9 a la cabeza de las autonómicas más vistas, con un índice de audiencia superior al 20%, gracias, en gran medida, a programas como Tómbola, En exclusiva, Parle vosté, calle vosté u otros, que han conferido, sobre todo el primero y el segundo, el apelativo de telebasura a la televisión valenciana.

En su política en pos de la audiencia, Carrascosa ha impuesto su propio criterio en los informativos. La política no interesa al espectador, por ejemplo. Así, más del 50% (con puntas de hasta el 70%) de las informaciones de un telediario están dedicadas a sucesos, fútbol, crónica rosa y fiestas locales, según destaca el informe elaborado por el comité de redacción, parte del cual ha dado a conocer el comité de empresa.

De 1.200 informaciones analizadas a lo largo de cuatro semanas separadas cronológicamente, sólo 20 de ellas hablan de cuestiones políticas referentes a la Comunidad Valenciana, la mayoría de carácter institucional. Carrascosa ha impuesto un modelo de televisión en el que, contrariamente a la lógica laboral, muchos de sus profesionales prefieren no asumir cargos de responsabilidad.