Aznar se enfrenta a Pujol y mantiene la negativa a cambiar la financiación autonómica

"No es lo más adecuado, antes de poner en marcha el sistema de corresponsabilidad fiscal, decir que ya se quiere otro. Lo correcto es aplicarlo y ver lo que dan de sí sus posibilidades". Con esta afirmación, el presidente del Gobierno, José María Aznar, se enfrentó ayer a su socio de Gobierno, Jordi Pujol, quien ha reclamado un nuevo sistema de financiación autonómica cuando transcurran los cinco años del modelo pactado en abril del pasado ejercicio como puntal del acuerdo de investidura del Gobierno del Partido Popular. Pujol afirmó el domingo que el PP acabará cediendo, como en anteriores ocasiones. Aznar hizo estas declaraciones en Mallorca tras despachar durante hora y media con el Rey en el palacio de Marivent.

"No es momento de polémicas" manifestó Aznar para atenuar su negativa a las pretensiones de Jordi Pujol, su principal socio de Gobierno. Tras afirmar que no existe "tensión alguna" entre el Partido Popular y Convergéncia i Unió, censuró -sin citarlo- al líder de Unió, Josep Antoni Durán Lleida, quien había tildado de "insolidario, injusto [e] insatisfactorio" el actual sistema de financiación.Durán Lleida replicó ayer mismo a las últimas declaraciones de Aznar. En declaraciones a Efe, invitó al jefe del Ejecutivo "a echar cuentas", porque así verá que CiU está "cargada de razón" al solicitar un nuevo sistema de financiación "justo que no discrimine a los ciudadanos de Cataluña". El líder de Unió subrayó: "En CiU estamos de acuerdo -y siempre lo hemos dicho- en que tenemos un sistema de financiación para cinco años y no pretendemos modificarlo antes de hora". Pese a ello, añadió, "es hora de ir preparando el momento en que se pueda dotar de un sistema de financiación que asegure la solidaridad desde Cataluña al resto del Estado pero que garantice también la vía de solidaridad del resto de España hacia Cataluña".

Aznar se ocupó ayer en Mallorca de otro de sus compromisos con CiU: la deuda de la sanidad catalana. Sobre este asunto, el jefe del Ejecutivo lanzó un mensaje de tranquilidad a su aliado al reconocer que "hay necesidades objetivas de financiación y de gestión en el sistema de salud". Añadió que esas necesidades afectan "a todo el país, a algunas comunidades y también a Cataluña". "Y queremos resolverlo", concluyó. Acto seguido, sin precisar quién era el destinatario de su invectiva -Pujol, con toda probabilidad- se quejó de que, "a veces, se insiste mucho en algunos discursos" en una frase: "Hay que resolver...". La repitió cuatro veces.

Tras su entrevista con Don Juan Carlos, el presidente del Ejecutivo reclamó a las comunidades autónomas un "pacto de austeridad" para garantizar el acceso, en el primer pelotón, a la moneda única europea. Aznar anunció que ese acuerdo deberá alcanzarse en el Consejo de Política Fiscal y Financiera y tendrá como objetivo que las autonomías se comprometan a limitar sus gastos y "sean corresponsables [con el Estado] de la marcha de las cosas en su conjunto". Explicó que las regiones y las corporaciones locales manejan el 35% del gasto público. "Conviene", agregó, "que todas las administraciones, como el Estado, hagan un ejercicio extraordinariamente riguroso de sus obligaciones. Que todos ayuden. No digo que no estén ayudando, [pero] deben hacer un esfuerzo mayor, que se asemeje al del Estado".

Con la doctrina de la corresponsalidad fiscal, el Gobierno cree además que "como [en lasautonomías] se manejan muchos recursos, ha llegado también el momento de pedir recursos a los ciudadanos", es decir, no limitarse a gestionar el gasto sino, dentro de unos límites, "subir, bajar o mantener la parte importante del impuesto sobre la renta que les corresponde".