El cónsul en Agadir critica la "inseguridad jurídica" de los pesqueros en Marruecos

Marruecos está abusando del apresamiento, deforma arbitraria, de barcos españoles. Así lo afirma el cónsul español en Agadir, Juan Fernández Trigo, en conversación con EL PAÍS. Fernández Trigo considera que la "situación de inseguridad jurídica que viven los barcos españoles en los caladeros marroquíes es insostenible".

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A juicio del cónsul, los armadores españoles prefieren pagar la multa de las autoridades marroquíes a esperar la resolución de una denuncia que, a su entender, muchas veces es "arbitraria".. Esta situación, "muy preocupante", se está convirtiendo en normal porque es más barato pagar que esperar a que se resuelva la denuncia "por lo perjuicios económicos de tener los barcos parados".Desde comienzos de enero de 1995 hasta ahora se han producido 17 apresamientos, según lo datos del consulado español en la ciudad marroquí. El acuerdo de pesca entre la Comisión Europea y Marruecos se firmó en mayo, de 1995. Según, Fernández Trigo, tanta culpa de esta anormal situación tiene la Comisión Europa como las autoridades marroquíes.

El acuerdo que firmó la Comisión con Marruecos establecía que cualquier apresamiento debe ser comunicado a la Comisión en 48 horas, pero "no ocurre nunca según Fernández Trigo, "Hemos tenido casos recientemente de acusaciones de situación ilegal de determinados barcos que luego el armador español ha demostrado que estaban amarrados en puerto a la hora denunciada", recalca Femández Trigo.

El cónsul considera que el sistema de control de los barcos que usan las autoridades de Marruecos, el GPS, no está homologado y no ofrece garantías técnicas. Por ello, ha propuesto una especie de tacómetro, similar al que llevan los camiones en España, que registraría la distancia recorrida. Este sistema no es admitido por las autoridades marroquíes, que contestan con "una gran cerrazón; no tienen ninguna intención de que la situación cambie, porque la están rentabilizando".

De las críticas no se libra la Comisión Europea, por "mantener una actitud de despego hacia el problema, cuando debiera vigilar el cumplimiento del acuerdo con Marruecos

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