Satisfacción por el éxito de la cumbre

Tanto el presidente Aznar como la mayoría de los portavoces de la oposición se felicitaron ayer por el éxito organizativo de la cumbre aliada. de los pasados días 8 y 9, que reunió en Madrid a más de cuarenta jefes de Estado y de Gobierno, así como por su histórica decisión de abrir las puertas de la OTAN a algunos de sus antiguos adversarios, invitando a ingresar en 1999 a Polonia, República Checa y Hungría.En el debe de la cumbre, el propio Aznar reconoció que "no se ha avanzado todo lo que me habría gustado respecto a la definición de la nueva estructura de mandos", en la que España quiere participar. La integración militar española, vaticinó el presidente, se producirá en el mes de diciembre, "siempre y cuando la nueva estructura haya quedado determinada para entonces y sea acorde con los intereses de España".

La nota discordante del debate la puso el coordinador de Izquierda Unida, Julio Anguita, para quien la cumbre, que costó 1.300 millones de pesetas, fue "una tomadura de pelo", pues las decisiones estaban ya tomadas en Washington. Anguita se quejó del papel "gregario" y "subalterno" de Europa respecto a Estados Unidos y reclamó la celebración de un referéndum, alegando que el pueblo español que se ha movilizado contra ETA merece que se le consulte.

Sin salirse del consenso, el secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, reprochó al Gobierno su "excesiva prisa" en anunciar la integración de España en la estructura militar, lo que le llevó "a vender la piel del oso antes de cazarlo".. Almunia se preguntó "si no estaría [España] en mejor posición negociadora si no hubieran avanzado ustedes tanto con tan pocas contrapartidas".