La última gran fuerza

Tal vez sea la mayor novedad del deporte femenino español en la élite con aspiraciones olímpicas. Las mujeres debutarán en la halterofilia en los próximos Juegos de Sydney 2000, y España, con medallas en las grandes competiciones desde hace años, e incluso con récords mundiales en su haber, podrá estar en el primer reparto olímpico. Las nueve levantadoras del equipo nacional componen el bloque más joven y potente de Europa, con una media de 17,1 años, sólo superado en el mundo por las chinas. Hasta los 18 estarán en categoría junior y las mejores tienen aún 15 años. Según sus técnicos, Miguel Fernández y Gabriel González, llegarán a la cita olímpica con la mejor edad. Las mujeres, en un deporte donde la técnica y la coordinación de movimientos son claves aparte de la simple fuerza, pueden empezar más temprano que los hombres, porque se desarrollan antes y aguantan el mismo volumen de cargas.Estefanía Juan, plusmarquista europea, tiene las mejores marcas por porcentaje. Con 46 kilos de peso corporal levanta 65 kilos en arrancada y 87,5 en dos tiempos para un total de 152,5. Pero en la categoría de 50 ya ha alzado 62,5 y 92,5. Lourdes Gorostegui, en + 83 kilos, tiene el récord mundial junior. Mónica Carrió fue el año pasado campeona del mundo en 76.

El primer Mundial femenino en un deporte eminentemente masculino históricamente -pionero en el programa olímpico desde los primeros Juegos de Atenas, en 1896- fue en Daytona Beach (Estados Unidos) en 1987. La canaria Sandra Gómez fue la primera de una larga serie de medallistas, con tres bronces, a los que sumó otro y dos platas en los siguientes Mundiales de Yakarta, en 1988. Sólo en los tres últimos años el equipo actual ha sumado más de 100 podios en competiciones internacionales, 23 en Campeonatos de Europa y 25 en Mundiales junior, además de siete récords mundiales

España está entre los cinc o mejores países del mundo y eso, según los técnicos, no va a cambiar de aquí a Sydney. Se abre una nueva esperanza.