MÁS ALLÁ DE LOS LÍMITES NORMALES

El matrimonio australiano Ched y Judith Towns pusieron de manifiesto lo certero del eslogan Los límites normales no cuentan, escogido por la organización del Ironman 97, uno de los triatlones más duros del mundo, celebrado este fin de semana en Lanzarote. La invidencia de Ched -sobrevenida a los 20 años por una enfermedad- no impidió a este deportista empedernido participar en las difíciles pruebas de la presente edición del Ironman, ya extraordinarias para cualquier atleta sin discapacidad: 3.800 metros nadados, 180 kilómetros en bicicleta y 42 kilómetros de maratón. Guiado por su esposa, el matrimonio empleó más de 12 horas en las tres actividades que integran el Ironman y, aunque no pudo finalizarlo debido a una lesión muscular que Judith sufrió en el kilómetro 20 de la última prueba, recibió un merecido premio especial tanto de la organización como del público asistente. Pese a no concluir, ya ha anunciado, con la constancia y el ánimo que le caracterizan, que volverá a intentarlo en 1999, en esta ocasión en compañía de su hijo como lazarillo.-