'Carrera' de tres años en Londres y de seis meses en Barcelona

Sentarse al volante de uno de los 20.000 enormes y elegantes taxis negros de Londres implica una preparación de unos tres años por término medio. Además del permiso de con ducir normal se requiere aprobar una serie sucesiva de exámenes orales sobre rutas en un radio de unos nueve kilómetros desde el centro de Londres. Las pruebas se van ha ciendo más frecuentes a medida que avanza el futuro con ductor de taxis en su prepara ción. Existen seis escuelas privadas que ayudan a preparar el examen, pero sus plazas son insuficientes para cubrir la de manda. Cada año, la policía metropolitana de Londres concede unos 800 permisos. Además, los aspirantes a taxista londinense (que deben presentar un certificado de penales, pero que no precisan ningún estudio básico) suelen practicar con motocicletas por las calles de la capital británica. En la última etapa de la preparación y durante un año como máximo, el Gobierno británico incluso subvenciona a través de instituciones municipales la gasolina que consumen en sus recorridos los aspirantes. Además de esos coches, en Londres, una ciudad de siete millones de habitantes, existen unos 40.000 minicabs, coches particulares que funcionan como taxis en el borde de la legalidad.Ni en Sevilla ni en Valencia los taxistas deben pasar ningún examen, pero quienes aspiren a trabajar en uno de los 11.000 taxis de Barcelona lo tienen bastante más difícil que en Madrid. Existen dos escuelas (una privada y otra semipública) en las que deben permanecer seis meses. Antes del ingreso superarán unas pruebas psicotécnicas en las que se evalúa la resistencia al estrés y las aptitudes para el contacto con el público. El examen final versa sobre los reglamentos, el territorio y la historia de la ciudad, e incluye conocimientos básicos de catalán e inglés. Aprobaron el año pasado 245 de 350 presentados (el 70%).