Los mineros rusos piden con una huelga indefinida la dimisión de Chernomirdin

Los mineros rusos del carbón, famosos por su combatividad desde los tiempos soviéticos, han perdido la paciencia y se han declarado en huelga indefinida. Pero ya no se limitan a exigir el pago de sus salarios, sino que ahora piden la dimisión del Gobierno encabezado por Víktor Chernomirdin. En su época, los mineros, con sus huelgas, dieron un inestimable respaldo a Borís Yeltsin en su enfrentamiento con Mijaíl Gorbachov.Unos 400.000 mineros del carbón iniciaron ayer la mayor huelga de los últimos tiempos. De 189 minas que funcionan actualmente en Rusia, 161 se han unido al movimiento de protesta que pretende hacer caer al Gobierno de Chernomirdin. En el círculo polar Ártico, en Vorkutá, se han unido a la huelga la Fábrica Mecánica, las plantas procesadoras, las empresas de construcción y otras industrias. La mayoría de los obreros no cobran desde el pasado junio.

Kuzbás -junto con Vorkutá, la principal zona carbonífera de Rusia- también se encuentra paralizado y la. situación social es un verdadero polvorín que puede explotar en cualquier momento, como lo demuestran las frecuentes protestas de las diversas capas de la población. Huelgas de profesores -todavía en marcha-, piquetes de jubilados, bloqueo de las vías férreas y entierros simbólicos del presidente: de todo ha habido en los últimos meses en Kuzbás y, según el diario Izvestia, ahora lo que la policía teme es una sangrienta rebelión en la que se teme el uso de las numerosas armas en manos de civiles. En algunas minas de la zona la gente no cobra desde abril.

"Hemos agotado las formas legales para presionar al Gobierno. La verdad es que los funcionarios no comprenden nuestros problemas, y ahora no nos queda más que hablar con ellos desde posiciones de fuerza", manifestó Yuri Popov, presidente del comité de Sindicatos Independientes de la ciudad minera de Prokópievsk.

Los impagos totales de sueldos ascienden en Rusia a la astronómica cifra de 47 billones de rublos (unos 10,7 billones de pesetas), y los de jubilaciones, a 17,5 billones. Los salarios ni siquiera se pagan a tiempo a los trabajadores de las centrales atómicas o a los militares, lo que supone un gran riesgo para la seguridad y la paz sociales.

La huelga de los mineros fue tratada ayer en la reunión que mantuvo el presidente Borís Yeltsin con el jefe de la Duma Estatal, Guennadi Selezniov. Según este último, Yeltsin le dijo que hay que tomar "medidas urgentes" y que Chernomirdin probablemente deberá viajar a Kuzbás cuando regrese de la reunión de Lisboa con el fin de "distender la atmósfera".