Se admiten viciosos

No entienden demasiado el "follón que se ha organizado", ni que una iniciativa como ésta "haya tenido esta repercusión, cuando los jóvenes de IU trabajamos en otras cosas bastante más serias sin que los medios de comunicación nos dediquen tanta cobertura". Borja Goñi, del área de juventud de IU de Madrid, lamentó ayer el revuelo organizado con la publicación de un folleto que con más voluntad que acierto, han realizado los jóvenes de IU llamando a los chavales madrileños a la afiliación.La intención era hacer un retrato lo más fiel posible de los jóvenes de Madrid. A juzgar por la lista de colectivos que se incluye, no ha quedado fuera nadie. En el texto se llama a trabajadores y trabajadoras, a montañeros y montañeras, músicos, trotstkistas, inmigrantes, republicanos y republicanas, ecologistas, homosexuales, lesbianas y heterosexuales... A todos se les llama a luchar por el pleno empleo, la dignidad, el amor, el respeto al medio ambiente, la república federal, la cultura, la igualdad...

Pero también se llama a la lucha a "viciosos, amantes del piercing, porreras y porreros, desobedientes...", colectivos estos que parece que han logrado convertir en noticia lo que sólo era un folleto más para animar a la afiliación. Se buscó un lenguaje claro y abierto. Objetivo logrado. Pero al final, a juzgar por los resultados, los jóvenes de IU han estado más cerca de la provocación que de la proclama izquierdista.

"Hemos hecho", dice Borja Goñi, "un llamamiento a la juventud. Y la juventud en Madrid es así. No comprendemos nada. ¿Es malo ser punki o que te guste el piercing? ¿Es que esa juventud no está en disposición de entrar en la política? Además, lo de viciosos es en el buen sentido de la palabra". Y niega, sobre todo, que haya intento alguno de provocación. Todo tiene una explicación más fácil y sencilla: "Los jóvenes son así. No nos dirigimos a marginales. Todo lo contrario. Nos dirigimos a todos".

Sin embargo, es cierto que dentro de la misma organización el díptico ha obtenido división de opiniones. De puertas afuera, todos como una piña con los jóvenes y su derecho a expresarse libremente. Pero en privado las cosas cambian. Y, cuando menos, se admite que el contenido del folleto "no es como para echar cohetes".

En IU hay una vieja tradición de mensajes y carteles que mezclan la intención con el humor y la proclama con el guiño provocador. No es que sea lo mismo. Pero ayer, en medio del revuelo, alguien recordaba el precedente de otro cartel. Este fue de la IU federal. Allí, en la sede de General Rodrigo, sobre la pared de la sala donde se celebran las reuniones de la presidencia, los periodistas que hacen pasillos pueden leer durante horas, para su provecho y deleite: "Amaos los unos a los otros, las unas a las otras, las unas a los otros, los unos a las otras", y así hasta agotar todas las posibilidades, que tampoco son tantas. Y es que, a tenor de lo visto, son consignas que, además, pocos periodistas siguen.