El Ejecutivo y el PSOE coinciden en la conveniencia de poner un límite a las continuas demandas autonómicas

El Gobierno y el PSOE coincidieron ayer en que la tensión autonómica mantenida en España durante los últimos 15 días es nociva para el Estado de las autonomías. El ministro de Administraciones Públicas, Mariano Rajoy, y el portavoz autonómico del PSOE en el Senado, Lluis Armet, coincidieron en un debate en la Cámara alta en la conveniencia de delimitar sin un plazo preciso la diferencia entre nacionalidades" y "regiones" en España, no aclarada en el texto constitucional. También coincidieron en que hay que poner límites a las permanentes demandas autonómicas.Sin embargo, las coincidencias entre Gobierno y los socialistas por la tensión autonómica de los días pasados terminaron ahí. Rajoy volvió a ofrecer a los socialistas un pacto para elevar las competencias de las autonomías de vía lenta, y Armet lo rechazó porque, según alegó, no se puede desligar un pacto autonómico de otro de financiación autonómica del que los socialistas han quedado excluidos al negociar el Gobierno con los nacionalistas catalanes y vascos.

La intervención de Armet tuvo una cierta carga de dramatismo al señalar que la tensión autonómica reciente había abierto, una "peligrosa dialéctica Norte-Sur inédita en España". También insistió en mantener los equilibrios entre las comunidades respetando las señas de identidad que reflejan las diferencias entre nacionalidades y regiones. Armet insinuó que la reciente reforma de los estatutos de Canarias y Aragón ha borrado esas señas que identificaban a Cataluña, País Vasco y Galicia como nacionalidades.