Primera fuga triunfante

Ignacio García Camacho perdió 8,9 minutos en la contrarreloj de la víspera; Marco Antonio di Renzo, 12,45 minutos. El malicioso, comparando los datos, ya sabía quien iba a ganar, sin necesidad de saber más: el que más hubiera ahorrado el día anterior. Si a eso se añade que Di Renzo es italiano y García Camacho, murciano, más a favor del mal pensado.La fuga triunfó porque el pelotón se tomó un día de reflexión y descanso el día siguiente de la primera prueba importante -la con trarreloj- y víspera de la primera llegada en alto, el Naranco.

El Naranco -6,7 kilómetros de ascensión- será, sin embargo, poco para empezar a resolver dudas, para clarificar cuál será la postura de la ONCE -ataque o defensa, aunque Manolo Sáiz avanzó crípticamente que seguirán atacando: "A sólo un minuto, Induráin es el máximo favorito"- o cómo responderá Induráin en las pendientes. "Esto es para Rominger o Jalabert, y con poco tiempo", predijo Pino.

Después de la contrarreloj -el primer día de criba- ya no son escondidos los corredores que todos citaban como posibles sorpresas para desmentir el final duelo ONCE-Induráin; son desaparecidos. Manolo Sáiz, interesado, citaba a Lelli -abandono-,- Rebellin -cedió más de seis minutos en la contrarreloj-, Totsclinig -otrotanto- y Dufaux -cuatro minutos- entre los probables ganadores de la Vuelta. Otros citaban a Pistore -cuatro minutos-, Faustini -más de cinco e incluso a Casagrande (más de ocho rriínutos), que ayer abandonó. Ninguno tiene ya gran cosa que decir. Este hecho habla simplemente de la imposibilidad de mantener un alto nivel durante toda la temporada propia del ciclismo actual.

"La ONCE es la única realidad", declaró al comienzo de la Vuelta Manolo Sáiz. "Si quieres durar tiempo en esta profesión debes reducir tus objetivos a un máximo de tres meses por año", dice Induráin. El equipo del ONCE es, en efecto, el gran dominador numérico de la ronda -siete entre los 14 primeros de la general-, lo que, en todo caso, no sólo puede significar que sean los más fuertes, sino los únicos que se toman en serio la ronda.