Mejor subiendo

Dentro de su buen tono general, dadas las circunstancias, Miguel Induráin tuvo su momento mágico donde menos se le esperaba, en los tramos más duros. Si los temores de una recaída fueron fundados en los primeros seis kilómetros de ascensión -el navarro cedió 17 segundos (tres por kilómetro) a Berzin-, en los siguientes 8,5 kilómetros de puerto hizo explosión su reserva dosificada y no sólo redujo las pérdidas con Berzin a tres segundos, y a un solo segundo con Riis, sino que adelantó a Olano -le sacó 11 segundos- y a Rominger -17 segundos- Globalmente, en los 14,5 kilómetros de puerto -el cogollo de la cronoescalada-, Induráin cedió a Berzin sólo 20 de los 61 segundos que le separaron del ruso al final.