Philip Morris fabricó un cigarillo sin nicotina pero cerró la planta e hizo guardar secreto a los empleados

Philip Morris, el gigante norteamericano del tabaco, abrió en 1988 una fábrica con intención de producir un cigarrillo sin nicotina, pero la planta cerró sus puertas tres años más tarde, según el testimonio de Jerome Rivers, antiguo empleado. Rivers es uno de los tres ex altos cargos de la compañía que han revelado detalles del proceso de manufactura de cigarrillos que ponen en evidencia a toda la industria, al afirmar que las empresas controlan el contenido de nicotina para mantener la adicción de los fumadores.Jerome Rivers, según ha declarado Michael Moore, responsable de Justicia de Mississippi, asegura que Philip Morris investigó y elaboró un cigarrillo, llamado Next que no contenía nicotina. Las pruebas con fumadores le hicieron desistir, como ocurrió con el cigarrillo Premier de Reynolds, retirado del mercado por su mal sabor en 1988 después de cinco meses, y de una inversión de 37.000 millones de pesetas. Philip Morris cerró la fábrica de Next en Virginia e hizo firmar declaraciones de confidencialidad a los trabajadores implicados en el proyecto, pero el intento, según Moore, demuestra que la empresa conoce los riesgos de la nicotina y tiene capacidad para eliminarla de los cigarrillos.

Michael Moore ha añadido que, siempre según el testimonio del antiguo empleado, Philip Morris patentó un sistema para utilizar amoníaco en la elaboración de sus cigarrillos, con el objetivo de controlar mejor la administración de nicotina en el organismo.

El testimonio de Rivers y de otros dos empleados de Philip Morris está sirviendo no sólo para la investigación que la FDA mantiene con el objetivo de determinar si el tabaco debe someterse a una regulación especial, sino para sostener las querellas de los ocho estados -hasta el momento- que tratan de recuperar parte del presupuesto de salud pública que gastan para tratar las enfermedades derivadas del tabaco.

Por otra parte, el secretario de Transportes, Federico Peña, anunció ayer que a partir del 1 de junio, el 80% de los vuelos entre ciudades norteamericanas y extranjeras no tendrán sitios para fumadores. Un acuerdo de 1994 prohibe fumar en los vuelos entre EE UU, Canadá y Australia.