Alemania concreta hoy el recorte del gasto en 4,15 billones de pesetas

La red social alemana verá mermado de nuevo su tejido con un plan de ahorro que los partidos de la coalición de Gobierno analizarán esta noche, en una reunión extraordinaria, bajo la presidencia del. canciller Helmut Kohl. El canciller, que finaliza hoy una estricta cura de adelgazamiento de dos semanas, se propone también adelgazar los gastos del Estado en 50.000 millones de marcos (4,15 billones de pesetas), cifra equivalente al agujero previsto en. las condiciones actuales para los presupuestos de 1997.

Las medidas que analizarán hoy los partidos democratacristianos (CDU/CSU) y liberal (FDP), fueron preparadas el pasado jueves en una reunión de expertos, presidida por el ministro de Finanzas, Theo Waigel. En el plan de ahorro se incluye además una reforma fiscal, con el mismo objetivo de reducir el déficit público para dejarlo por debajo del 3% exigido en los criterios de convergencia de Moiastricht.

En una entrevista con la televisión pública desde su residencia de vacaciones en Austria, el canciller no ha querido confirmar la cuantía del agujero presupuestario, aunque ha reconocido que es "considerable". Según Kohl, a pesar de todo están garantizadas las pensiones de jubilación y no habrá una subida del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) durante la presente legislatura.

Los recortes sociales tienen uno de sus puntos más polémicos en la reducción de las percepciones salariales en caso de baja por enfermedad y en la reforma del régimen de desempleo. Así por ejemplo, según el diario Bild, los trabajadores que están actualmente en la listas del paro se verán obligados a aceptar cualquier empleo con el que perciban un salario equivalente a la prestación que reciben del Estado.

La lista de recortes, publicada por diversos medios de comunicación, también incluye una congelación de los salarios del sector público y de las pensiones de jubilación, así como la elevación de la edad de jubilación, de 60 a 65 años, para las mujeres. Además se maneja una reducción de gastos para todos los ministerios de entre el 5% y el 7%.

Respecto a la reforma fiscal, la coalición quiere implantar antes del año 2000 un nuevo sistema para gravar los ingresos personales y considera una posible reducción del llamado "impuesto de solidaridad" con el que se financia la reunificación alemana.

La filtración a la prensa de las medidas planteadas por el Gobierno ha servido para que los sindicatos y la oposición parlamentaria se hayan puesto ya en pie de guerra. El Partido Socialdemócrata (SPD) ha anunciado que utilizará su mayoría en el Bundesrat (la cámara de representación territorial) "para derribar todo aquello que se oponga a la sustancia del Estado social". Su presidente, Oskar Lafontaine, aseguró sin embargo que analizarán "sin prejuicios" todas las propuestas del Gobierno.

Los sindicatos han hecho saber que utilizarán todas sus armas para oponerse a los recortes. El presidente del sindicato de trabajadores públicos (ÖTV), Herbert Mai, aseguró que no van a aceptar sin protestar todos los recortes que se les quieren imponer y el poderoso sindicato del metal ha comenzado a hablar de un otoño caliente.