Música, humor y pedagogia

El éxito de la Orquesta Universitaria de Munster, que dirige Joachim Herder, se apoyó en un programa atípico: Smetana, Glinka, Kachaturian y Enesco, por una parte; por otra, música cinematográfica y no de la mejor: Parque Jurásico, James Bond y esas cosas.Se trata de un intento bienhumorado y pedagógico dirigido a niños y grandes y seguramente lo más didáctico ha sido la intervención hablada de Fernando Palacios para el público infantil.

Me parece mucho más importante la presencia de la Joven Orquesta de Murcia, adelantada en su género pues nació en 1981 con el apoyo -como tantas otras cosas- del director general José Manuel Garrido, un político cultural digno de recuerdo.

Dirige la amplia formación el maestro Jaime Belda que llevó con buen tino la Primera sinfonía de Beethoven y el Bolero, de Ravel, aunque fuera mayor la seguridad que la matización, la continuidad métrica que el ligado expresivo.

Entre las dos obras volvimos a escuchar las juveniles Variones sobre un tema de Luis de Milán (1961), de José Peris Lacasa, libres, fantasiosas y, por momentos, casi surrealistas. La ejecución mereció grandes aplausos de una audiencia totalmente adicta a su orquesta.