ONG

Quiero felicitarle por el editorial cargado de buen sentido publicado por diario sobre el 0,7%, ya que apunta algo que conviene resaltar: las llamadas ONG no tienen la exclusiva de la buena gestión en materia de cooperación, aunque sea ésa su fama. El uso del término ONG es equívoco. Nació en la ONU, donde la distinción entre gubernamental o no gubernamental tiene un sentido específico, que se pierde en el ámbito interno de un país.El término se ha puesto de moda, extendiéndose sin reflexión alguna, reconocido e incluso alentado desde algunas instancias gubernamentales. Se usa por igual para asociaciones, fundaciones e instituciones varias del ámbito privado, cuando se dedican al fomento y a la práctica desinteresada de la solidaridad con los más desfavorecidos, en España o fuera de ella.

Es decir, el elemento que menos define a estas organizaciones es precisamente el que sean gubernamentales o no. El uso del término ONG es confuso, y por eso incorrecto, pero además la buena imagen de estas siglas se basa en un concepto peyorativo de lo gubernamental, que no tiene por qué ser cierto en lo que respecta a solidaridad y desinterés, sino al contrario. Se justifica por la mayor eficacia (demostrada a veces, supuesta otras) de las organizaciones privadas respecto a las públicas, pero eso en ningún caso debería llevarnos a renunciar a que existan las públicas.

Acabemos con la exaltación irracional de lo no gubernamental como sinónimo de solidario. La insolidaridad no gubernamental, es decir privada (legítima cuando persigue el interés particular en el marco de la ética y de las leyes), es mucho más frecuente que la insolidaridad gubernamental o pública.-