Una nueva era

Con relación al magnífico artículo de Santiago Pérez Díaz sobre el 98, publicado el pasado 7 de enero, en mi opinión creo importante insistir en que la conmemoración debería huir de los grandes fastos y dedicar los recursos a unas cuantas actividades culturales concretas, y a la. vez estimulantes, que reviertan desde una perspectiva histórica en un mejor conocimiento objetivo de aquellos tiempos.A ello añadiría como segunda medida, pero ya más política, una serie de televisión que divulgue entre los ciudadanos de los países implicados los acontecimientos que, en torno al 98, desembocaron en el inicio de una nueva era, tanto para España como para el resto del mundo. Desde un análisis serio y objetivo, rnirando esperanzados al fúturo-