Conde se desvincula de los chantajes y se presenta como víctima

Mario Conde, ex presidente de Banesto, reapareció ayer ante la opinión pública, tras año y medio sin hacer declaraciones, para afirmar que es absolutamente ajeno a los supuestos intentos de chantaje al Rey y al Gobierno, y para subrayar que está especialmente dolido por las informaciones que le vinculan a conspiraciones políticas. "Son acusaciones falsas y calumniosas. No es nada agradable que a uno le acusen de esto".Distendido, traje gris, corbata oscura con pintas blancas, pelo engominado y casi siempre sonriendo, Conde utilizó las cámaras de Tele 5 para presentarse como una víctima. Cuando se le preguntó sobre sus planes de futuro, señaló "Vivir así es sobrevivir. Para mí, hoy, ganar es sobrevivir". Negó cualquier entendimiento con Javier de la Rosa o con Juan Alberto Perote tantas veces como le preguntaron los periodistas que le interrogaron ante las cámaras.

Conde, en libertad provisional tras depositar una elevada fianza, y acusado de estafa, falsedad y apropiación indebida, respondió anoche, durante más de dos horas, a las preguntas amables de José Luis Martín Prieto y Fernando Ónega y a las más incisivas de Luis Mariñas, director del programa Hora Límite, Carmen Tomás y Carlos Humanes. Conde intentó establecer desde el comienzo las reglas de juego. Ni una palabra de su causa penaL "No voy a hablar. Por respeto a la justicia. Lo haré cuando el juez García-Castellón termine el sumario". Ello le sirvió para no responder a todas aquellas preguntas que le incomodaban y para lanzar todo tipo de insinuaciones sobre el Gobierno y el PSOE.

Entrevistas

Conde subrayó a lo largo de la noche las entrevistas que había mantenido con Felipe González, antes y después de la expropiación de Banesto, y la entrevista de su abogado, Jesús Santaella, con el ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, y con el propio presidente del Gobierno.

El hecho de que Santaella fuera a su vez abogado del coronel Juan Alberto Perote, encarcelado por la sustracción de documentos secretos del Cesid, no tiene para Conde ningún significado. Afirmó no tener nada que ver, ni saber, con los asuntos del coronel. Su relación con Perote es reciente y casual, al ofrecerse el militar a ayudarle en su pleito con el Gobierno por el informe Crillon. No negó Mario Conde sus contactos con el empresario Javier de la Rosa, pero los redujo a "básicamente dos" y los calificó de reuniones en familia, en las que, aseveró, nunca se habló del Rey.

Según su versión, alguien del Gobierno -mencionó al ministro Alfredo Pérez Rubalcaba- fue el que ideó presentar sus contactos con el Gobierno como un chantaje. "Alguien en el PSOE cree que esa teoría les beneficia. Yo creo que no. Esa teoría no se la cree nadie".