Aclaración

El acto en que debía hablar el reverendo Moon en defensa de la familia resultó otra cosa muy distinta. Yo había asistido varias veces a reuniones ecuménicas organizadas por ellos aquí, con asistencia unas veces de profesores universitarios de diversas ideologías, para hablar de la violencia o la ecología, y otras de teólogos progresistas, tanto católicos como protestantes, y algún agnóstico o miembros de otros movimientos espirituales, incluso un sacerdote y catedrático que pertenece a la comisión de libertad religiosa del Ministerio de Justicia en nombre de la jerarquía católica. Y en todas ellas se dialogó sinceramente, sin proselitismo ni propaganda de los moonis, ni intervenir para nada motivo político alguno.Sin embargo, mi sorpresa fue enorme al oír la lectura de un discurso proselitista en el que la familia era sólo el telón de fondo de sus ideas religiosas fundamentalistas que ningún biblista -creyente o no, católico o no- admitiría por carecer de toda base científica; y declarar que él era la nueva venida del Mesías al mundo, prometer que España iría a la cabeza del mundo político si le seguía y hacer la apología de la derecha celestial y la condenación de la izquierda satánica, haciéndose el factor de la caída del comunismo, la venida de Gorbachov, el que va a arreglar los problemas de Oriente Medio y el que llevó a la victoria al Partido Republicano en Estados Unidos contra el Demócrata. Declarándose el hombre bueno y el Verdadero Padre. Quiero aclarar que para nada sospeché que ese acto iba contra lo que siempre he defendido, y seguiré defendiendo, en mi postura religiosa abierta, ecuménica y crítica, que si en algún sitio tiene cabida es en las ideas de un progresismo social avanzado, y para nada en la vuelta al más conservador integrismo religioso, que considero nefasto por mezclar lo religioso con lo político y quererlo dominar.-