Cinco meses para una comparecencia

Las explicaciones ofrecidas ayer por Xosé Cuiña en el Parlamento gallego coinciden básicamente con la versión que el propio consejero ofreció a EL PAÍS el pasado 25 de mayo, cuando este periódico publicó el crecimiento del volumen de negocios de sus empresas familiares y la participación de éstas, como subcontratistas, en importantes obras de la Xunta. Después de los reportajes publicados en este diario, Cuiña tomó también la iniciativa de autodenundiarse ante la fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Galicia, que recientemente decidió archivar las diligencias.Las informaciones divulgadas por EL PAÍS, entre los pasados 25 y 28 de mayo daban cuenta de que la madre de Cuiña era accionista de cinco empresas que venden suministros de metal y madera a empresas de la construcción. Estas firmas facturan en conjunto unos 2.000 millones de pesetas anuales y su expansión se produce a partir de 1987, cuando Cuiña es nombrado presidente de la Diputación Provincial de Pontevedra. Tres años más tarde, el actual número dos del PP gallego fue designado por Manuel Fraga consejero de Política Territorial y Obras Públicas de la Xunta. Desde entonces, las empresas de su madre han trabajado como subcontratistas en proyectos de otros departamentos del Gobierno autónomo.

Después de las informaciones de este diario, el Grupo Socialista había solicitado la comparecencia de Cuiña en el Parlamento gallego, pero su intervención se fue retrasando con diversos pretextos alegados por el PP. Entre los pasados días 8 y 11 de octubre, El Mundo publicó otra serie de reportajes sobre el mismo asunto, completados con el supuesto malestar que, según ese diario, existe en la dirección nacional del PP por las actividades económicas de la familia Cuiña. Tras esas informaciones, el consejero de Política Territorial solicitó él mismo comparecer ante el Pleno.