Escuredo y Moreno pierden las medallas y el récord

La primera jornada de los Campeonatos del Mundo en pista fue una decepción para España. Se quedó sin medallas en dos de las pruebas que tenía mayores esperanzas: Juan Escuredo, reciente recordman mundial en el kilómetro salida parada, y José Manuel Moreno, campeón olímpico en Barcelona y que ayer corrió en el keirin -la velocidad a la japonesa, en grupo-, acabaron sextos.Escuredo sufrió una doble decepción, pues perdió incluso el récord mundial que había conseguido el pasado día 15. El australiano Shane Kelly ganó con 1.00.613 minutos, una marca sideral, pero también el francés Florian Rousseau, plata con 1.01.350, y el nortemamericano Erin Hartwell, bronce con 1.01.740, superaron la plusmarca de Escuredo, 1.01.945.

El sucesor de Moreno era el gran favorito de la prueba. Debía confirmar su hazaña de Quito cuando también en altitud (2.850 metros por los 2.620 de Bogotá), bajó por primera vez la barrera de 1.01 minutos. Ahora, el límite que peligra es el del minuto. Ayer, Escuredo, tras una duda en la salida, falló también en ceñirse a la cuerda y se quedó en 1.02.841, superado incluso por el otro francés, Hervé Thuet, cuarto con 1.02.434, y por el sorprendente austríaco Meidlinger, al que arrastró el vendaval Kelly -con el que corrió de pareja-, quinto con 1.02.768.

La revancha española, sin embargo, aún podía producirse a continuación en la final de keirin, pero no se produjo. Moreno se había clasificado espléndidamente para ella. Fue descalificado en la primera ronda, pasó a la segunda en la repesca tras el impresionante alemán Michael Hubner, y ganó su serie en esa segunda ronda como si de un kilómetro lanzado fuera. El podio estaba a su alcance. Pero tampoco pudo subir. El francés Frederic Magné ganó el oro ante Hubner y el italiano Federico Paris.

Otro español, Juan Martínez logró también un magnífico sexto mejor tiempo -la cifra mágica española ayer- en la primera ronda de persecución, pero cayó en los cuartos de final ante el siempre original británico Graeme Obree, gran favorito junto al italiano Andrea Colinelli.