Bueren niega que ordenase vigilancia policial tras el sepelio Lasa y Zabala

El juez de la Audiencia Nacional Carlos Bueren informó ayer a las familias de los presuntos etarras José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala que nunca ordenó que los agentes de la Ertzaintza permanecieran vigilando el cementerio de Tolosa (Guipúzcoa) el pasado día 21 tras el entierro de los dos jóvenes, asesinados por los GAL hace 12 años. Agentes de la Policía Autónomica Vasca se quedaron durante toda la noche en el camposanto tolosano tras la inhumación, según fuentes judiciales. Asimismo, según la misma providencia de Bueren, entregada a los abogados de la familia, el juez no indicó cuándo se debían entregar los cuerpos a las familias, y sólo dejó claro que los agentes debían impedir la apertura de los féretros.

Lasa y Zabala fueron enterrados en Tolosa el pasado día 21 entre violentos incidentes entre los familiares de los jóvenes y las fuerzas de seguridad. La Ertzaintza cargó contra los asistentes al sepelio y antes, a la llegada de los féretros al aeropuerto de Hondarribia, también se produjeron enfrentamientos entre los agentes y las personas que acudieron a esperar la llegada de los restos mortales.

El juez Bueren había ordenado que el sepelio tuviera lugar el mismo día 21, mientras que la familia quería retrasar el entierro para ofrecer unos funerales de cuerpo presente en Tolosa al día siguiente, 22.

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