El Papa conmemora el 4500 aniversario de la ruptura con los protestantes

El Papa celebró ayer en Trento el 450 aniversario del concilio que en esa ciudad marcó la ruptura de Roma con Lutero. Trento "ha plasmado toda una época de la Iglesia, y aún hoy sigue produciendo efectos benéficos" dijo Juan Pablo II. Aquellosdogmas "conservan naturalmente todo el valor", aunque "una serena profundización en la verdad revelada ( ... ) acercará cada vez más" a católicos y protestantes. Quienes esperaban que el Papa hiciera un anuncio espectacular sobre la reconciliación entre cristianos, quedaron defraudados.

El Pontífice trató de despersonalizar el conflicto con Lutero, al recordar que en Trento "se rechazaron con firmeza las doctrinas de la Reforma" peto se evitó agravar la polémica con condenas personales específica". Pero a los observadores no les pasó desapercibido que Juan Pabo ll no se haya entrevistado en esta visita conmemorativa con representantes de la pequeña comunidad protestante que aún existe en esta ciudad norteña de habla alemana. Sin embargo, el Papa dijo que espera que el grupo teológico mixto católico-protestante que trabaja desde hace años pueda lograr ulteriores puntos de convergencia".El concilio de Trento, iniciado el 13 de diciembre de 1545 y que se prolongó durante 18 años, "no bastó para sanar la fractura ya verificada en aquellos decenios como consecuencia de la Reforma", razonó el Pontífice, en la misma catedral trentina donde se reunieron los padres conciliares. De Trento, dijo el Papa, partió "la gran respuesta de la fe católica a los desafíos de la cultura moderna y a los grandes interrogantes planteados por los reformadore?. Frente a "los numerosos problemas de comienzos del siglo XVI" y en una situación en la que "la reflexión teológica acusaba retraso?, la contrarreforma tridentina "reformuló la doctrina católica de modo preciso e inequívoco ( ... ) valorizando incluso instancias significativas puestas de manifiesto por la Reforma".

Según Juan Pablo II, los padres de Trento "indicaron en el retorno a las raíces cristianas de la cultura la condición necesaria para construir un auténtico humanismo", del que el propio Pontífice sugirió ayer una aplicación concreta en otro discurso a los jóvenes: "La sociedad de consumo quiere a menudo que seáis individuos sin personalidad, que viváis según las modas ( ... ) porque así os convertiréis en consumidores ideales".