Reproches en el Gobierno a Granados por el 'caso GAL'

El fiscal general del Estado, Carlos Granados, está siendo duramente criticado por algunos ministros y dirigentes socialistas por su actitud en el caso GAL y por su distanciamiento del poder ejecutivo. La reapertura, previsiblemente mañana, del caso Amedo, por el que están condenados a 108 años de cárcel los ex policías Amedo y Domínguez, es la última queja. El Gobierno se enteró por la prensa de que la fiscalía apoyaba la reapertura del caso, por el que el juez Garzón podría ampliar sus imputaciones en la guerra sucia contra ETA.

En medio de este malestar, el presidente del Gobierno, Felipe González, aseguró ayer en Nicaragua que no piensa dimitir, y menos aún, dijo, cuando atraviesa un momento de dificultad política. González acusó a quienes condenan de antemano a Rafael Vera y a Ricardo García Damborenea de infringir un principio básico del Estado de derecho: la presunción de inocencia. El abogado de Vera recurrió ayer la orden de prisión por falta de pruebas.Tanto desde el partido como desde el Ejecutivo, los socialistas reprochan al fiscal general del Estado, entre otras cosas, no haberles informado del auto de prisión del ex director de la Seguridad del Estado, Julián Sancristóbal. La falta de información sumió al Gobierno en el desconcierto y le impidió organizar su estrategia. Otro de los motivos de queja es el absoluto silencio de Granados ante la publicación en la prensa de que el juez Marino Barbero va a pedir, el suplicatorio de Alfonso Guerra.

José María Aznar manifestó en Madrid que el encarcelamiento de Ricardo García Damborenea aumenta "de forma importante y destacada" la responsabilidad de Felipe González en la trama de los GAL. Xabier Arzalluz, presidente del PNV, replicó que el PP e IU han hecho del caso GAL una batalla feroz que puede volverse en contra de quienes la han desatado.