Una tregua para Italia

Italia necesita un Gobierno de tregua que devuelva al país la confianza en el derecho, equilibre los poderes, recupere la credibilidad financiera y atienda a las necesidades de los más débiles: éste fue el llamamiento que Luigi Berlinguer dirigió al Parlamento y a los italianos al término de uno de los discursos más profundos que se han pronunciado desde hace muchos años en la Cámara italiana. (...) En contraste, Berlusconi pronunció un discurso agresivo, construido sobre las acusaciones de traición y esquizofrenia lanzadas contra sus rivales. Bossi respondió con otro del mismo tenor, denunciando su incumplimiento sistemático de los pactos y el programa suscrito al principio de su experiencia gubernativa. (...) Cabe augurar que la solución de la crisis será rápida, quizá rapidísima. El jefe del Estado ya ha podido extraer del debate parlamentario todos los elementos objetivos que precisa para dar al país un nuevo Gobierno. Éste no debería ser un Gobierno de partidos; debería constituirse respetando rigurosamente los artículos de la Constitución que atribuyen al presidente el poder de elegir la persona con más posibilidades de obtener la confianza de la Cámara. (...) El nuevo Gobierno será tanto más fuerte y su autoridad será mayor cuanto más rápidamente se constituya. Después tendrá que ponerse a trabajar, y quien quiera jugar al "cuanto peor mejor", que cargue enteramente con la responsabilidad.

23 de diciembre