Un ginecólogo, condenado a pagar 5 millones por una ligadura de trompas

La Audiencia Provincial de Ciudad Real ha condenado al tocoginecólogo Antonio Caparrós Zubieta, como autor de un delito de lesiones, a un mes y un día de cárcel, inhabilitación para ejercer la medicina pública o privada durante ese mismo período y a indemnizar a la víctima con cinco millones de pesetas. El doctor Caparrós practicó una ligadura de trompas a una de sus pacientes sin su consentimiento ni el de nadie de la familia.Los hechos se remontan a diciembre de 1989 cuando Antonia Sánchez, de 39 años, ingresó en el hospital Virgen de Altagracia, de Manzanares, para dar a luz. Según la sentencia, el doctor observó sufrimiento en el feto, por lo que practicó la cesárea. Posteriormente, ante un desgarro en el útero y subsiguiente hemorragia, creyó conveniente practicar a la paciente la ligadura de trompas, para evitar un grave riesgo si volvía a quedar embarazada. La sentencia añade que el doctor, procedió, sin consultar a su familia, a practicarle la ligadura de trompas.