Un abad cisterciense pide en el sínodo el mismo trato para monjas y monjes

El abad general de los Cistercienses, Bernardo Olivera, ha pedido que las leyes canónicas den a las monjas de clausura un trato similar al que se le da a los monjes, para ser coherentes con la defensa que se hace ahora en la Iglesia de la dignidad femenina.

En una intervención ante el Sínodo de Obispos sobre la vida consagrada, el abad Olivera manifestó que las monjas tuvieron' un tipo de clausura especial, más rígida, durante la Edad Media, "que se explicaba por razones sociológicas y culturales" que ya no tiene sentido. En el contexto actual, según el abad, "no se justifica obligar a las monjas de clausura a obtener el consentimiento de un superior masculino para cosas tan evidentes como ,motivos de salud, causas laborales, ejercicios de derechos civiles (el voto, por ejemplo) o actos administrativos".

Según el abad, "la actual legislación hace muy difícil -y hasta imposible en algunos casos- una presencia fecunda de las monjas en la vida eclesial". Este nuevo punto de vista ha tocado un problema clave: la cultura y la formación de las monjas de clausura, escasa o nula en ocasiones.