Los democristianos en Sajonia y el SPD en Brandeburgo son favoritos en los comicios de hoy

El peso político de los dos padres de la patria, el democristiano Kurt Biedenkopf (CDU) en Sajonia; y el socialdemócrata Manfred Stolpe (SPD) en Brandeburgol imprime un carácter particular a las elecciones regionales de hoy en esos dos Estados federados de Alemania oriental. El triunfo de estos dos fuertes candidatos en cada uno de los Estados que presiden parece garantizado. No obstante, cuando falta poco más de un mes para las elecciones federales del 16 de octubre, el interés de hoy en Sajonia y Brandeburgo se centra en el resultado de los liberales (FDP) y los poscomunistas del Partido del Socialismo Democrático (PDS), que será una prueba de fuego para ambos.El FDP lucha por rebasar el 5%, barrera fatídica para entrar en el Parlamento. El PDS tiene la oportunidad de reafirmarse como tercera fuerza política en el Este de Alemania y mantener las esperanzas de entrar en el futuro Parlamento Federal (Bundestag) con un buen número de diputados.

A Biedenkopf le llaman el príncipe de Sajonia. Este pequeño catedrático de 64 años, que tenía su carrera política arruinada tras sus enfrentamientos con el canciller Helmut Kohl y sus fracasos como candidato de la CDU en Renania del Norte Westfalia ha conseguido convertirse en el líder indiscutible de Sajonia, donde hace cuatro años ganó la elección con casi un 54% de votos. La CDU ganó todos los distritos electorales del Estado de forma directa con sus candidatos.

En las elecciones municipales y al Parlamento Europeo del pasado 12 de junio la CDU en Sajonia fue el partido más votado, pero sin llegar al 40%. Por eso no le resultará fácil hoy rebasar el 50% como en 1990.

En Brandeburgo la figura del padre de la patria es un personaje mucho más contradictorio. El socialdemócrata Stolpe, un dirigente de la Iglesia evangélica de 58 años, es un ossi que vivió toda su vida en la desaparecida República Democrática Alemana (RDA) e ingresó en 1990, en la época del cambio en el SPD. Stolpe ha gobernado en Brandeburgo con lo que se llama una coalición del semáforo: rojo por el SPD, amarillo por los liberales del FIJIP y verde por los ecopacifistas Los Verdes. Esta coalición se rompió este año con el abandono de Los Verdes al salir a relucir la colaboración que había mantenido en el pasado Stolpe con el Stasi, la siniestra policía política de la antigua RDA.

El colaboracionismo de Stolpe parece evidente, pero ha sabido defenderse y sacar partido de ese hecho deshonroso.