Discrepancias entre los arquitectos aplazan las obras en la catedral de Burgos

Los andamios destinados a cubrir la fachada principal de la catedral de Burgos permanecían, en la tarde de ayer, almacenados en el extremo derecho del atrio del templo gótico, en la misma disposición en la que quedaron ordenados el pasado jueves, al llegar de Madrid. La disparidad de criterios entre los dos arquitectos encargados de la reforma ha retrasado hasta ahora el inicio de las urgentes obras de restauración del templo.La decisión sobre el montaje de las 12 primeras toneladas de estructura traídas hasta la puerta de la catedral de Burgos ha sido aplazada hasta hoy, en que está prevista la visita a la catedral del presidente de la Junta de Castilla y León, Juan José Lucas, para conocer de cerca las circunstancias en las que se produjo el pasado día 12 el desprendimiento -desde una altura de casi 50 metros- de una estatua de San Lorenzo, de 300 kilos de peso.

La Junta de Castilla y León se encargó de encomendar la instalación de andamios protectores -oído el criterio de los dos arquitectos responsables- que deben cumplir la doble misión de evitar la caída libre de otras estatuas a la vez que permitir el acceso directo de los técnicos.

El arquitecto Pío García Escudero -nombrado por la Junta- recomendó la instalación de tales andamios, sobre la práctica totalidad de la fachada principal del templo. Su compañero, Dionisio Hernández Gil -nombrado a propuesta de Cultura- manifestó que sería mejor instalar un andamio más estrecho, que permita acceder a una franja concreta de la fachada y, tras su control, ir corriendo la estructura.