De 'bolo en bolo'

Sin mula y sin carromato, otros muchos grupos madrileños pasan como pueden el verano, escaso en actuaciones en los centros culturales, trabajando de feria en feria. Ellos lo llaman hacer bolos. "Nunca estamos más de cuatro días en el mismo sitio. Lo normal es permanecer dos jornadas en un municipio, de las que una, por lo menos, se pierde en el viaje", cuenta Luis Sánchez, de El Gusarapo.Este grupo, que existe desde hace 15 años, arranca en la época estival sus dos furgonetas y recorre el territorio español. "Hace años, las giras eran más coherentes, la contratación era más organizada. Ahora trabajas un día en un sitio y al otro en la otra punta", apunta Sánchez.

Para los miembros de Zancadilla han cambiado también otras cosas: "Ahora casi no hay trabajo, y mucho menos durante los meses de verano. En invierno al menos tenemos los carnavales", cuenta Pablo Almazán, miembro del grupo.

El grupo Pin y Pon, que se dedica desde hace siete años al teatro infantil, también sufre la crisis. "A la hora de recortar gastos se empieza por el teatro para niños", se queja Marina Gutiérrez, una de las fundadoras de la compañía. El fuerte de Pin y Pon durante el invierno son las campañas escolares que se desarrollan en colegios y locales de teatro. "Si no vendemos, no comemos. Hay que lanzarse a la carretera y buscar funciones fuera de tu ciudad que siempre son al aire libre", comenta la actriz. El repertorio varía en verano. También aumenta la cantidad que cobran -de 110.000 a 250.000 pesetas-, "pero únicamente porque hay que trasladarse", explica Gutiérrez.