El niño y la orca

Las historias de amistad surgidas entre niños y los más variados animales, perros, gatos, cervatillos, delfines, han dado lugar a una gran cantidad de novelas y películas directamente destinadas a la juventud. El hecho de que la amistad se establezca entre un niño y un animal de una especie en peligro de extinción, da al conjunto un tono ecológico que anima el resultado.Estas pueden ser las razones del éxito de ¡Liberad a Willy! entre el público juvenil, que narra las extrañas relaciones sentimentales que se establecen entre un niño de 12 años y una orca de 3.000 kilos de peso. Dado que el joven protagonista Jason James Ritcher carece de especiales atractivos, se limita a dar el tipo, y la historia transcurre por los más convencionales caminos.

El rebelde jovencito huérfano se da cuenta que la orca es su alma gemela en cuanto se entera de que le han separado de su familia, y todo su empeño se centra en conseguir que se reúna con los suyos, dado que él no consigue encontrar a su madre.

El relato cinematográfico encierra una buena cantidad de tópicos, tanto animales como sentimentales, pero resulta correctamente narrado por un realizador tan acomodaticio como el poco conocido Simon Wincer. También resulta curiosa la presencia del siempre violento Michael Madsen en el papel de sufrido padre adoptivo.