Un fallecido, declarado padre gracias al ADN de los abuelos del niño

Un juez, apoyado en la prueba biológica de investigación de la paternidad, ha declarado padre de un hijo a un hombre fallecido hace tres años, ocho meses antes de que naciera el niño. El juez de instrucción número 3 de Badajoz, Damián Sánchez, fundamenta su decisión, a instancia de la madre del bebé, novia del fallecido, en la prueba del ADN realizada al pequeño y a sus abuelos, mediante la extracción de sangre.

José Ángel Blanco Rodríguez y Purificación Gómez Pulido se conocieron en el verano de 1982, cuando ambos eran adolescentes. Pasados nueve años, sus relaciones continuaban siendo desconocidas para sus respectivas familias. El 26 de octubre de 1991, la pareja sufrió un accidente cuando viajaba en una moto. El joven resultó muerto y Purificación fue ingresada con diversas heridas en un centro sanitario. Allí se averiguó que estaba embarazada de uno o dos meses.El niño nació el 27 de mayo de 1992 y los padres de José Ángel no le reconocieron como nieto suyo. Purificación presentó entonces una demanda reclamando la paternidad. Para evitar la exhumación del cadáver, la prueba del ADN la practicó el Instituto Nacional de Toxicología de Sevilla mediante extracciones de sangre del niño y de sus presuntos abuelos. Por deseo de la madre, las pruebas se pospusieron hasta que el niño cumplió un año, para evitarle complicaciones físicas. En el análisis participaron cuatro médicos, que contrastaron la sangré del niño con la de los padres del fallecido.

Según la sentencia, la prueba pericial practicada "determina una probabilidad de paternidad rozando el 100%". Una vez declarada la paternidad, la madre reclamará ahora los derechos inherentes a la misma, entre ellos la indemnización que la compañía de seguros pagó por el accidente y que está en manos de la familia de José Ángel.