Peligros. en la N-VI

Me dirijo a usted y a su periódico con el fin de denunciar mi más absoluta repulsa e indignación por el estado de las obras de la carretera de La Coruña (N-VI). Ya no es sólo el hecho de ir jugándose la vida cada día en cada trayecto con esas desviaciones de un lado a otro de la calzada, baches y socavones, señales y luminosos de obra mal colocados (la semana pasada circulaba con mi vehículo por el tercer carril y encontré una valla amarilla de obra tirada en mitad del mismo ¡¡¡para haberme matado de no haber podido esquivarla!!!).A esto he de añadir la absoluta negligencia y desconsideración de camioneros y autobuseros infringiendo continuamente las normas básicas de circulación vial.

En este país no sólo no funciona el Ministerio de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente (MOPTMA), sino que también es una vergüenza el comportamiento y actuación de determinados empresarios privados del sector transportes, como Llorente y Autoperiferia de Las Rozas, al no ocuparse de la correcta señalización y remodelación de sus paradas en este periodo de obras (el pasado 1 de marzo me vi obligada a caminar cuatro kilómetros por el arcén de la carretera de La Coruña por "indicación amable" de uno de los curritos de obra que me señaló ¡la siguiente y única! parada.

Jamás volveré a utilizar el transporte público, y soy una joven estudiante de 23 años, así como también huiré en la medida de lo posible de esta mortal carretera de La Coruña.

Para finalizar, quiero dar mis más sinceras felicitaciones al Gobierno y a la Administración pública del Estado por su excelente gestión y distribución de recursos.-