Una semana con Farmer y su "swing" aristocratico

Dice la tradición del Café Central que quien gusta repite. El caso de Art Farmer no es una excepción. Hace poco más de un año, Farmer deleitó a los habituales del local con una suculenta colección de piezas originales y clásicos del jazz, interpretados con su acostumbrada pulcritud, su emocionante elegancia, su swing aristocrático y su fraseo sobrio pero elocuente. Farm regresa ahora con el atípico instrumento del que es un consumado especialista, un híbrido entre fliscorno y trompeta, especialmente construido para él, que reúne la tersura y grandeza del sonido del primero sin renunciar al carácter incisivo de la segunda.Farmer, claro seguidor en principio de la escuela de Miles Davis, ha sabido forjarse un estilo inmediatamente reconocible que le ha franqueado la entrada a la élite no sólo de los trompetistas, sino a la de los músicos capaces de imponer su personalidad en cualquier situación.

Fue cofundador, junto a Benny Golson, de uno de grupos más emblemáticos del final de los cincuenta y principios de los sesenta, The Jazztet. Farmer posee un envidiable historial discográfico, jalonado de páginas célebres, junto a War Gray, Clifford Brown y Evans, entre muchos otros nombres míticos. Su disco en homenaje al inolvidable Billy Str horn, Something to live for, es considerado por los adictos a esta música como uno de los mejores grabados de la década.

Músico polifacético

En resumen, Farmer pertene a la selecta clase de músicos polifacéticos, preparados tanto para sacar todo el jugo a una partitura como solista en obras sinfónicas como para medirse con otros instrumentistas en la más tórrida jam session. En el Central estará acompañado por Bernardo Sassetti al piano, Bernardo Moreiras al contrabajo y Marc Miralta a la batería.Art Farmer. Café Central (plaza del Ángel, 10). Hasta el día 13. Todos los días, de 22.00 a 24.00. Suplemento actuación: 1.500-1.700 pesetas.