Preocupación por Rusia

La idea de Rusia como aliado estable y democrático del mundo occidental de fin de siglo pierde fuerza rápidamente. ( ... ) Antes incluso de que se conociesen los resultados definitivos de la votación del domingo, estaba claro que las fuerzas de la ruda vieja izquierda y la peligrosa nueva derecha ( ... ) lo habían hecho mejor de lo esperado. Dos cosas parecen desprenderse de esto. Una es que puede ser casi tan duro para Borís Yeltsin elaborar un programa coherente de reformas económicas liberalizadoras con este Parlamento como lo fue con el disuelto en octubre. (...) La tentativa de emplear el poder de Yeltsin de gobernar por decreto para acabar con la oposición podría ser contraproducente. Una economía basada en la libre elección ha de ser creada por una política de libre elección; de otra manera no echaría raíces. El apoyo occidental a las reformas de Rusia tiene que basarse en este principio. ( ... )El otro peligro es que esta elección puede haber dado un espaldarazo adicional a la reafirmación rusa en el extranjero. ( ... ) La mayoría de los políticos rusos coinciden en decir que su país tiene derecho a la intervención en el "extranjero próximo". ( ... ) La estabilidad rusa necesita de un presidente y un Parlamento que deseen resolver sus diferencias mediante el compromiso, lo cual todavía no sucede. Y una Rusia amistosa no es una Rusia que busque el predominio sobre sus vecinos. Es hora de explicárselo abiertamente a Yeltsin.

14 de diciembre