De intoxicaciónes

Se comprende que sea noticia el que el departamento que controla la sanidad en los establecimientos que sirven comidas haya inspeccionado los salones donde se celebran banquetes de bodas, etcétera (EL PAIS, 17 de octubre).Para los que vivimos en esta ciudad y entramos de vez en cuando a los bares, está claro que si hacen alguna inspeción es una excepción. Si se hicieran y se sancionaran no sería práctica habitual en un gran número de establecimientos el que, con total impunidad y a diario, mantengan encima de la barra y a ia temperatura ambiente diferentes aperitivos, incluso platos, que contienen mayonesa. El riesgo añadido es que los alimentos están a una altura a la que los clientes respiran, hablan y a veces tosen o estornudan. Será que a las autoridades sanitarias sólo les preocupan las intoxicaciones masivas.

Trabajo y habito cerca de la Junta de Tetuán, que, si no tiene competencia, debería al menos informar a quien la tenga. A pocos metros, y como en general en la ciudad estas prácticas son corrientes en los bares, incluso en la entrada al metro más cercana al Ayuntamiento, se ve desde la calle un gran recipiente con pollos que está todos los días durante varias horas sobre el mostrador del bar de la esquina.

Sé que el problema de suciedad de las calles es imposible de solucionar porque, por mucho que limpien, no pueden competir con la capacidad y dedicación que tenemos para ensuciar, al menos no mejorará mientras no cambiemos nuestros malos hábitos.

Sí es posible en el caso de los bares, aparte del riesgo para la salud que significa la falta de medidas higiénicas en la manipulación de alimentos, también es lamentable la imagen de tercermundismo que damos a los visitantes de esta ciudad, que en el caso de los turistas resalta más al proceder la mayoría de países donde, por suerte para ellos, no son permitidas estas prácticas- Santos Garda Callejo.