Una larga espera

Desde que el arquitecto Juan Miguel Hernández León, hace más de seis años, pensó en una revisión crítica de Viena en el cambio de siglo, el proyecto de Viena 1900 circuló por Bellas Artes y el Reina Sofia. Ahora llega una nueva versión, mezcla de las exposiciones presentadas en París, Viena, Nueva York y Tokio. Es una producción propia del Reina Sofia, con un presupuesto total de 100 millones de pesetas, que no ha encontrado una firma patrocinadora.La claridad en espacios diáfanos y efímeros es la intención del diseño del montaje planteado por el equipo Macua y García Ramos, conocedores de todas las perspectivas del Reina Sofía en trabajos anteriores, como las muestras de Breton y del arte pop. El contagio por las "proporciones fantásticas" (Macua) afectó al comisario Franz Smola, quien en la presentación de ayer de la muestra agradeció el entusiasmo colectivo. "Creo que tenemos que envidiar a los españoles por este centro de arte y cultura". Macua y el equipo del museo controlaban la intensidad de luz, uno de los aspectos más delicados del montaje, ya que en el mismo ámbito se mezclan pinturas, papel, telas y muebles. "Que el diseño no sea protagonista y se disfrute con claridad de todas las piezas". Para las separaciones de los distintos ámbitos, 12 en total, han inventado una red cuadrada de madera pintada, como un guiño "en el paso del modernismo a un racionalismo geométrico y valiente".