"Rápidas soluciones" contra la droga

El ex juez Garzón, tras tirar del carro electoral del PSOE con expectativas de rápidas soluciones antidroga y anticorrupción, ha sido destinado al Ministerio de Asuntos Sociales como nuevo delegado del Gobierno para el Plan Nacional Contra la Droga. El traslado del Plan Nacional desde el Ministerio de Sanidad al de Asuntos Sociales es un paso atrás en la consideración política de la lucha contra la droga (de problema sanitario a problema de beneficiencia) que no desanima al ex juez. Las "rápidas soluciones" son de momento un informe que va a elevar al presidente del Gobierno para que los drogodependientes puedan cumplir condenas carcelarias en centros de rehabilitación y para cambiar leyes que permitan unificar bajo su mando las fuerzas policiales antidroga. Si el presidente del Gobierno da el sí al informe; si de la noche al día se construyen centros de rehabilitación que la Administración no tiene; si Corcuera renuncia a su poder policial absoluto que ya ha dicho que piensa defender con uñas y dientes; si el Parlamento tramita las leyes en menos meses y años de los habituales; si el Partido Popular no ejerce su anun-. ciado veto de las leyes en el Senado; si la Policía y la Guardia Civil deciden luchar contra la droga en vez de traficar con ella, como hacían hasta hace poco sus máximos responsables antidroga... entonces tendremos una sociedad con algo menos de droga.Pero seguirán faltando auténticos planes de prevención infantil; recuperación social de barrios y sectores sociales marginados; trabajo, cultura y vivienda juvenil; reinserción laboral y social plena de ex toxicómanos; asistencia integral a enfermos de sida, etcétera. El huevo de la serpiente seguirá intacto. Y los familiares de toxicómanos tendremos que seguir desesperándonos ante promesas electorales vacías y políticas que anuncian progresos y traen retrocesos. Aunque las avale san Garzón, nuevo patrón de los imposibles, que quiera Dios que se quede sólo en eso, y no se convierta, o más bien le conviertan, en patrón de muy posibles retrocesos como los que a menudo nos golpean.