La madre de las niñas siamesas separadas mantiene la esperanza

Reitha Lakeberg, la madre de las niñas siamesas nacidas hace siete semanas y separadas por los médicos el viernes pasado, tras una complicada operación que duró siete horas, mantenía ayer su esperanza en la viabilidad de Ángela, la superviviente, que se mantiene estacionaria. En cuanto a la muerte de Amy, Reitha declaró que cuando le dijeron que existía entre un 10% y un 15% de posibilidades de que alguna de las dos sobreviviera "no lo pensé dos veces", dijo. En la operación, calificada como "un éxito", participaron 18 médicos.El caso de Ángela y Amy ha levantado una gran polémica en Estados Unidos sobre los aspectos éticos de la separación y los límites de la medicina. Desde algunos sectores, la intervención ha sido considerada como un acto cruel, ya que las posibilidades de que alguna sobreviviera eran mínimas desde el principio.

Por lo demás, el matrimonio Lekeberg no tiene seguro médico ni trabajo y se desconoce quién pagará los 250.000 dólares (más de 33 millones de pesetas) que cuesta la operación. "No hay consideraciones económicas cuando existe una mínima posibilidad de mantener la vida", declaró James O'Neill, jefe del equipo médico del hospital infantil de Filadelfia, donde se realizó la operación y que es mundialmente conocido por haber sido pionero en estas delicadas intervenciones, de las que ha realizado hasta ahora 13 en 45 años.

[Por otra parte, una niña con dos cabezas, dos corazones, dos estómagos y cuatro pulmones ha nacido en Chisinau (Moldavia), según la agencia moldava.]