También... la Iglesia de Roma

En la página de opinión Cartas al director de EL PAÍS, el 1 de agosto, el escrito Iglesia y sindicatos me incita a su lectura al ser cristiano, apostólico y romano, y afiliado a la UGT. Lo firmaba, Constantino Enguidanos Ruiz, de Barcelona.A pesar de las referencias que hace a la Iglesia, poco entiende de la institución en la que Pedro es la piedra fundamental. De los sindicatos, en general, no calculo lo que conoce, mas pesa poco en el suyo, que es CC OO, y así consta en su escrito. Su secretario general y líder sindical, en esta concreta circunstancia, lo que proclama es trabajar, no vacacionar, salir de la gran crisis que no es precisamente ocasional, cíclica o de rango similar.

Tampoco el firmante a quien aludo tiene calado en el conocimiento de la presente situación nacional de corte económico-social o Estado de bienestar, dado que su opinión, en referencia a la entrevista Iglesia-sindicatos, dice: "... es contra natura y no debería celebrarse".

Pigo yo, ahora y aquí, en EL PAÍS: con 3,4 millones de parados, con la estructura del mercado de trabajo en vigor, el déficit público, el grado de inflación, las dificultades monetarias, los problemas con el SME, la falta y difícil recuperación del tejido industrial, la inmigración, xenofobia y el racismo, la deuda externa de las eléctricas, la reforma administrativa, la también del sistema sanitario, los fármacos en la Seguridad Social, el inicio de la nueva legislatura parlamentaria, etcétera, hace que sea obligado que el propio Espíritu Santo, con el máximo respeto a la Tercera Persona de la Trinidad, en su representante legítima la Iglesia de Roma, leáse la Iglesia española, infunda sentido de camino cierto a todo aquel individual o colectivo que se reúna al efecto: Iglesia, sindicatos, patronal, administración, y si preciso fuera, el, "hijo de la portera", que es personaje sabio de Chumi Chúmez.-