Alberto sucede a Balduino como rey de Bélgica

Los belgas partidarios del mantenimiento del Estado común miran con preocupación a un futuro sin el rey Balduino, fallecido el sábado en Motril (Granada), y hacen votos porque su sucesor, su hermano Alberto, de 59 años, sea capaz de garantizar la unidad del país. Bélgica ha sufrido recientemente la última de diversas reformas constitucionales convirtiéndose en un Estado federal, lo que no impide que siga sufriendo fuertes tensiones entre flamencos y valones.El Consejo de Ministros llegó a asumir ayer durante algo menos de 24 horas la posición de Jefe del Estado, hasta que hacia las 20.30 el primer ministro, Jean-Luc Dehaene, anunció que Alberto de Lieja era el nuevo rey y exhortó a la nación a agruparse en tomo al sucesor "en un espíritu de continuidad". Dehaene recordó que Balduino había hecho un llamamiento al "civismo federal de los belgas".

El anuncio ha constituido una sorpresa, puesto que Alberto había hecho saber que, llegado el caso, no deseaba suceder a su hermano, por lo que el candidato más evidente era su hijo Felipe, de 33 años, o incluso la hermana menor de éste, la princesa Astrid.

Los reyes de España viajaron ayer a la finca Astrida, en la que los soberanos belgas veraneaban, y expresaron su pésame a la viuda, nacida española. Su hermano, el aristócratá y personaje de la jet set marbellí Jaime de Mora y de Aragón, acudió también a Motril, al igual que el primer ministro belga, Jean-Luc Dehaene.

El cadáver embalsamado del monarca fue repatriado desde el aeropuerto de Granada en un avión especial de las Fuerzas Aéreas de su país, adonde llegó hacia las once de la noche de ayer. En la despedida de los restos mortales de Balduino, don Juan Carlos y doña Sofía rindieron tributo de jefe de Estado al monarca belga fallecido. Páginas 2 a 4 Editorial en la página 8