Reorganización tras las detenciones del 92

La detención de sucesivos dirigentes de ETA obligó a renovar la infraestructura. Hubo dos hechos tan importantes o más que la captura de la cúpula en la localidad de Bidart. Fueron, respectivamente, la desarticulación en España del comando itinerante dirigido por José Luis Urrusolo y la captura en Francia del responsable del aparato logístico, Gil Cervera, muy implicados ambos en la organización de la infraestructura.Entra dentro de la lógica que ETA se planteara la necesidad de abandonar la estructura aún no detectada, como medida de seguridad, al no saber qué conocimiento habían llegado a adquirir de ella los servicios policiales. La inactividad resultó obligada hasta disponer de una nueva o estar convencidos de que la disponible no era conocida.

Así, en lugar de continuar con el robo de coches en Euskadi para emplearlos como bombas, se ha observado un cambio de táctica: los coches explosivos ya no proceden siempre del País Vasco, donde ha habido gente especializada en robarlos y prepararlos- sino que son sustraídos y preparados in situ por los encargados de actuar.

El último atentado de Madrid revela, sin embargo, que el coche utilizado para la primera explosión llevaba un año en poder de ETA, tras haber sido robado en San Sebastián, mientras el usado para, la huida -y posteriormente empleado como nuevo artefacto explosivo-había sido robado siete meses, antes en Madrid. Un agujero importante en la organización de la seguridad.