Un enfermo mental mata con un destornillador a un niño en Huelva

Domingo Pérez Alfonso, de 14 años, murió a las 18.30 del domingo en Puebla de Guzmán (Huelva) como consecuencia de los numerosos pinchazos que le asestó con un destornillador Manuel D. F., de 28 años, un enfermo mental que el pasado 18 de febrero recibió el alta médica del hospital Psiquiátrico de Huelva, donde era atendido de psicosis desde hace cinco años. Tanto el agresor como la víctima eran vecinos de Puebla de Guzmán historial clínico de este paciente no hizo suponer a los médicos "una reacción de estas características, tan violenta", aseguró ayer Leopoldo Molina, el coordinador de Pisquiatría de este hospital. El agresor fue finalmente reducido con la intervención de cuatro vecinos, que realizaban una mudanza en las proximidades, cuando la víctima yacía en el suelo mortalmente herida. El pueblo vivió ayer una jornada de luto oficial.El adolescente paseaba tranquilamente en bicicleta por la calle de Niza cuando el agresor, conocido como El mosquito, sufrió un arrebato y se lanzó sobre el niño. Manuel D. F le pinchó reiteradamente con un destornillador que había robado. "Quería beberme su sangre para purificar a este pueblo", aseguran algunos vecinos que dijo Manuel D. F. poco antes de su detención por la Guardia Civil. Una vecina, con la voz entrecortada, repetía ayer: "La pobre criaturita quedó destrozada, parecía un colador".

Domingo Pérez Alfonso falleció cuando era trasladado en una ambulancia hasta un hospital de Huelva, informó ayer el Gobierno Civil. La autopsia se realizó durante la madrugada de ayer en el hospital de Riotinto.

Caso infrecuente

Los médicos no se explican lo ocurrido. "Este paciente había tenido episodios de agresiones menores dirigidas hacia sí mismo o hacia su familia. Jamás actuó contra otros. Estamos muy impresionados", repetía ayer el doctor Lepoldo Molina.,Manuel D. F. era ingresado periódicamente en hospital para recibir asistencia desde hace cinco años. La última vez fue entre el 3 y el 18 de febrero, en la unidad de agudos. Su familia le prestaba la debida atención. Leopoldo Molina añadió: "No sabemos por qué ha hecho una cosa tan terrible. Todos los indicios apuntan a que sufrió un delirio".

El alcalde de Puebla de Guzmán, el socialista Juan Suárez, estaba consternado: "Este hombre nunca se había metido con nadie. Es una tragedia para todos nosotros". Las banderas del Ayuntamiento ondearon ayer a media asta. Los niños no entraron al colegio público Sebastián García, el único del pueblo, y permanecieron en silencio en la puerta, como protesta por lo ocurrido. Hoy martes tampoco habrá clases.

Según vecinos de Puebla de Guzmán, el homicida había tenido un comportamiento extraño en otras ocasiones, como romper lápidas del cementerio durante la noche, o haber intentado desenterrar el cadáver de una mujer.