Llegan las 'vacas flacas' a la construcción

La construcción, que desde 1985 había aumentado sus beneficios y que fue el primer sector que empezó a reflejar el despegue de la economía, ha visto llegar las vacas flacas. Los resultados del primer semestre comunicados por las empresas a las bolsas reflejan que se ha parado la expansión de beneficios que ha vivido el sector.

A diferencia del año pasado, importantes empresas del sector -como Agromán y Ocisa- han visto caer sus resultados por primera vez en varios años e incluso han aparecido los números rojos en sociedades como Uralita y Rocalla. El resto de las grandes empresas ha comunicado a bolsa unos beneficios de explotación similares a los que obtuvieron el primer semestre del año pasado, lo que equivale a un estancamiento en términos reales.

El fin de la expansión ha provocado un descenso generalizado del empleo en todas las grandes constructoras. Sólo Ocisa ha aumentado el número medio de empleos. El resto -Uralita, Agroman, Cristalería, Dragados, Huarte, Rocalla y Lain- declaran para el primer semestre 47.960 empleos, frente a 51.624 un año antes, lo que representa una pérdida del 7%. Las principales cementeras también sufren caídas de beneficios. Los resultados de explotación de Uniland caen a la mitad, los de Asland experimentan un fuerte descenso y los de Valderrivas -que hasta ahora no habían reflejado la competencia de la exportación- retroceden un 33%.

Entre las inmobiliarias, los resultados de explotación son desiguales. Los de Metrovacesa -la principal sociedad del sector- aumentan un 14,6%, y los de Vallehermoso, un 36,3%, mientras retroceden fuertertemente los de Urbis (89%) y Prima Inmobiliaria (48%), esta última filial del grupo Torras-KIO. En algunas sociedades del sector se ha producido una reducción de los resultados extraordinarios que contribuye a recortar los beneficios finales.