60 inmigrantes llevan tres días en tierra de nadie y al sol tras su expulsión de Melilla

Unos 60 inmigrantes ilegales viven desde hace tres días en los 50 metros de tierra de nadie que separan las fronteras de España y Marruecos, tras ser expulsados el domingo de Melilla, donde participaron en una concentración ante la Delegación del Gobierno. El único cobijo para protegerse del sol es la alambrada oxidada del perímetro fronterizo. Sin comida ni agua, sólo esperan los alimentos que les suministran Cáritas y Cruz Roja. Dos de ellos ya sufren síntomas de deshidratación y desnutrición.Las autoridades marroquíes siguen sin admitirlos en su territorio a pesar del tratado de readmisión firmado con España. El presidente de la Cruz Roja en Melilla, Manuel Olmedo, ha hecho un llamamiento desesperado a la población solicitando alimentos y medicinas. A ambos lados de la frontera, se ha incrementado el número de miembros de la gendarmería marroquí y de efectivos de la Guardia Civil española para impedirles la salida de los 60 acorralados entre las vayas que delimitan el perímetro fronterizo.

Algunos inmigrantes aseguran que prefieren ser deportados a su país antes de continuar en esta situación y aseguran que la mayoría tiene sus expedientes en trámite para regularizar su situación y solicitar asilo político.