La primera cena entre el Este y el Oeste

A las ocho de la tarde de ayer, en el hotel Hilton de Bruselas, dio comienzo una cena histórica entre el Este y el Oeste. La invitación partió del ministro español de Exteriores Francisco Fernández Ordóñez, en su calidad de presidente de honor del Consejo Atlántico de la OTAN, que de esta manera se anticipó por unas horas a la inauguración oficial de la cooperación entre los dos bloques, antes enemigos, decidida el pasado 8 de noviembre en la cumbre aliada de Roma.Tanto en la cena de ayer como en el primer Consejo de Cooperación del Atlántico Norte hubo un gran ausente: Edvard Shevardnadze, el ministro de Exteriores de la URSS. El gran interlocutor de los aliados por su condición de potencia nuclear estuvo representado por el embajador en Bruselas, Nikolái Afanasievski. Fernández Ordóñez lamentó la ausencia de Shevardnadze, que "además es un gran amigo", dijo. También comprendió la del secretario de Estado norteamericano, James Baker, quien se excusó a última hora por la fatiga acumulada en su gira soviética.

En la mesa de los 25 ministros, ante sus 14 homólogos de la OTAN, los embajadores norteamericano y soviético y los titulares de Exteriores de Hungría, Checoslovaquia, Polonia, Rumania, Bulgaria, Lituania, Letonia y Estonia, Fernández Ordóñez se felicitó por "esta ampliación " de la OTAN.

El ministro español se mostró en forma. "Como quizá sepan, después de unas semanas de batalla contra un par de piedras en mi vesícula estoy intentando reanudar mis actividades normales", explicó a sus comensales. La ocasión no podía ser mejor, y "para un hombre político, retomar esta labor es un desafío que lleva aparejada su propia recompensa".

La declaración constituyente del Consejo de Cooperación del Atlántico Norte está ya pactada, y, según fuentes de la OTAN, "se trata de un documento genérico y no muy largo". Los futuros candidatos a unirse al club tendrán que ser aceptados por consenso.