Cossiga llega a Barcelona en visita privada y se entrevista con el Rey

El presidente de la República de Italia, Francesco Cossiga, llegó ayer tarde a Barcelona, donde permanecerá en visita privada hasta mañana. Cossiga fue recibido por el presidente de la: Generalitat, Jordi Pujol; el delegado del Gobierno, Francesc Martí Jusmet, y el alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, entre otras autoridades. El rey Juan Carlos se desplazó a la capital catalana para acompañar al primer mandatario italiano en su visita.La organización de la visita, que corrió inicialmente a cargo de la Generalitat, fue asumida por el Gobierno una vez que la Embajada italiana comunicó los detalles de la misma al Ministerio de Asuntos Exteriores.

Cossiga, que acude a Barcelona para ser investido doctor honoris causa por la Universidad de Barcelona, inaugurará también un congreso sobre el Archivo de la Corona de Aragón, mantendrá una reunión con empresarios italianos y catalanes, y asistirá a una cena que le ofrecerá hoy el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, con asistencia de las primeras autoridades catalanas, en el Palau de la Generalitat. VI Rey cenó anoche en privado con Cossiga y tiene previsto acompañarle esta mañana en el acto académico, después del cual regresará a Madrid. En esta cena se contaba también con que, además de Pujol, asistiríanel ministro de Educación, Javier Solana, Martí Jusmet y Maragall.

El presidente de la República de Italia manifestó el pasado miércoles en Roma que durante su visita hablaría sólo en italiano "para no hacer un feo ni al catalán, ni al castellano". Éste es el primer viaje de una autoridad extranjera de alto rango que visita Barcelona sin pasar en su viaje por Madrid.

Ello permitió a la Generalitat asumir inicialmente la organización protocolaria del viaje, dado que se trataba de una visita privada. El deseo de Cossiga de prolongar su estancia dos días más y el del rey Juan Carlos de acompañarle durante su visita elevaron la importancia del viaje hasta el punto de que el Ministerio de Asuntos Exteriores decidió que su organización correspondía al Gobierno.