La OTAN pide que se evite la proliferación nuclear en las repúblicas de la URSS

La Unión Soviética derrotada por la Alianza Atlántica plantea a los miembros de esta última casi tantos quebraderos de cabeza como cuando estaba en el máximo apogeo de su poderío político y militar. La naturaleza de la preocupación occidental es, sin embargo, de otra índole: la proliferación de armas nucleares. Inquietos por esta perspectiva, los 16 líderes de la Organización dél Tratado del Atlántico Norte (OTAN) formularon ayer en Roma un inesperado y solemne llamamiento dirigido no tanto a un poder central en Moscú, cuya capadidad de control creen escasa, como a las repúblicas de la antigua Unión Soviética que poseen armas nucleares en su territorio.

"Pedimos a las autoridades", señala el texto del llamamiento, "que se abstengan de dar pasos que puedan abrir camino a la proliferación nuclear o de otras armas de destrucción masiva". "A todos los niveles, las autoridades deben respetar los tratados internacionales ( ... ), empezando por el de no proliferación nuclear de 1968 ( ... ). No hay lugar para amenazas, intimidaciones, coerciones o violencia".La difusión de este texto pone de relieve que los dieciséis no acaban de fiarse de las declaraciones apaciguadoras soviéticas, como la que formuló hace tan sólo dos semanas el ministro de Asuntos Exteriores, Borís Pankin: "Las armas nucleares están bajo control centralizado y colocadas bajo el mando del presidente de la URSS". Además de en Rusia, armas nucleares estratégicas han sido desplegadas en Ucrania, Bielorrusia y Kazajstán.

"El ejercicio de las libertades democráticas, el desarrollo de una economía de y el control de las armas nucleares quedaría mejor garantizado", afirmó el presidente del Gobierno español, Felipe González, "si hubiese una verdadera unión entre las repúblicas". También cuando recibió a Mijail Gorbachov, la semana pasada, González reiteró su apuesta por el mantenimiento de un poder central en la URSS. Aunque las tres repúblicas mencionadas sean razonables, los expertos occidentales creen que subsiste un riesgo de, proliferación, porque hay en la Unión Soviética una masa de cien mil. científicos mal pagados y carentes de medios para investigar que podrían aceptar jugosas ofertas de países del Tercer Mundo para mejorar su armamento.

[Marlin Fitzwater, portavoz de la Casa Blanca, reconoció ayer en Roma que "existían amenazas" contra el avión presidencial, el Air Force One, relaciona das con la reciente Conferencia de Paz de Madrid.

La agencia italiana Ansa señaló que los servicios de seguridad norteamericanos advirtieron a los pasajeros que no aceptasen paquetes, para evitar la introducción de explosivos.]